
Entrevista a Rupert Sheldrake
3 noviembre, 2021
La naturaleza te habla
14 diciembre, 2021Gracias a la generosidad de varios mecenas (1) Ariadna Tv ha podido realizar una nueva entrevista que saldrá en Navidad, como un regalo de luz en medio de la oscuridad que se cierne.
En esta ocasión viajamos a Cataluña en busca de Teresa Forcades para tirar de un nuevo hilo de Ariadna que nos ayude a vislumbrar salidas a este laberinto de confusión en el que muchas personas se encuentran frente a tanta información contradictoria, que ha desembocado fatalmente en colapsos cognitivos a nivel individual que impiden el discernimiento de lo que realmente está pasando y actuar en consecuencia y en una especie de psicosis colectiva (2) que amenaza con anular dos de los principios fundamentales de la condición humana, la Verdad y la Libertad a la que conduce.
La entrevista que nos concedió Teresa el día 6 de Diciembre la quisimos llevar por un derrotero que fuera más allá de los hechos que consideramos necesitan de un debate científico urgente entre las distintas corrientes y/o hipótesis que hay sobre lo que está ocurriendo, y que por desgracia ha sido secuestrado en nuestra sociedad, violentando el núcleo mismo de lo que es la ciencia, hipótesis, refutación, como diría Karl Popper.
Gracias a Dios, para quien quiere ver y oír, hay material escrito y audiovisual que se puede encontrar en los pocos medios que no han censurado las otras voces de esta pandemia que incluyen investigaciones (3), manifiestos (4), libros (5) y documentales (6) que explican con todo tipo de datos y pruebas irrefutables, algunas sacadas de los mismos organismos que han diseñado este escenario distópico de transición a un nuevo orden mundial que ninguno habíamos solicitado.
El escenario en el que nos encontramos es para nosotros una especie de tercera guerra mundial, que como todas las anteriores, no solo acontece por el dominio del tablero geopolítico del mundo, sino que como toda batalla en el nivel simbólico es, también, una lucha entre las fuerzas del bien y del mal por el alma del ser humano (7), por eso decidimos no tratar explícitamente y sí implícitamente los mimbres de esta nueva guerra de datos y de relatos con la Dra. Teresa Forcades, aunque estábamos tentados por su talante científico y por el valor que demostró cuando analizó para el mundo la estafa de la pandemia de la gripe A (8). Preferimos mantener la línea editorial de este canal que es buscar las causas profundas de los sucesos del mundo, que siempre acontecen previamente en la dimensión espiritual, tan denostada en esta sociedad materialista y profundamente hedonista, que ha instaurado una nueva religión secular, el cientifismo, cuyos sacerdotes son los tecnólogos, los tecnócratas y los expertos que nos ha llevado a la debacle civilizatoria en la que estamos.
Como dice Titus Burckardt “En el mundo tal como es realmente, por el hecho de que estamos insertos en él y de él formamos parte, los modos existenciales corpóreos, psíquicos y espirituales se entrelazan en un conjunto que el método puramente analítico de la ciencia moderna no puede captar, la «realidad» no consiste en meras «cosas», sino que representa un orden de inconcebible sutileza y multiplicidad de niveles. Todos los pueblos que no están deformados por la modernidad lo saben. El tener conciencia de la múltiple gradación interna de la existencia forma parte de la experiencia primordial humana. Sólo en virtud de una evolución muy particular del pensamiento podía ignorarse este complejo de experiencias hasta llegar al punto de aceptar una ciencia basada exclusivamente en datos numéricos como explicación satisfactoria del cosmos.” (9)
A Teresa la convocamos sobre todo por su condición de monja y teóloga, por su conocimiento de la Palabra de Dios, que en la tradición cristiana sana y salva. Pues en el fondo y como causa principal de toda esta crisis sistémica que estamos viviendo como civilización, está la enfermedad del alma de una sociedad que, inistimos, ha dado la espalda a la dimensión espiritual con las consecuencias que ello tiene para el mundo, pues como dice Martin Lings «El estado del mundo exterior no sólo corresponde al estado general de las almas de los hombres; también, en cierto sentido, depende de ese estado, ya que el hombre es el pontífice del mundo exterior. Así pues, la corrupción del hombre debe afectar al todo»
Nuestra cultura materialista y nihilista lleva jugando con la idea de la muerte de Dios desde hace siglos. Nos lo recuerda Jordi Pigem en su último libro “Pandemia y posverdad” (10) cuando el Iván de Dostoyeski constata que Dios ha muerto y, por tanto, el ser humano será libre. “«Todo está permitido», pero esa idea de libertad sin trascendencia dejó sin límites a los instintos más egoístas y criminales”, que en estos últimos tiempos campan a sus anchas de una forma escandalosamente generalizada dando a luz, desde las más oscuras sombras, a un ideal de superhombre transhumano que poseerá la inmortalidad de un hedonismo perfecto; construyendo como aprendices de brujo una caricatura del Dios que pretenden emular, creando un metaverso paralelo en el que piensan encerrar a millones de personas que consumirán una vida virtual, sin ningún contacto con la vida que haga perder para siempre la identidad propiamente humana (11).
Ahora que la libertad está comprometida por los últimos acontecimientos Teresa nos dice; “Solamente en el amor podremos poseer la propia libertad. Solamente en el don de sí, nos subjetivizamos y hallamos la vida que no muere.” Esto es lo que hemos considerado más importante extraer de su persona. Después de un año asomados al abismo del mal, nos urgía girarnos una vez más hacia la luz.
Nos encontramos para ello con Teresa en una casa medieval de Girona ocho mujeres buscando ser humanas, cercanas, creando un ambiente femenino, que vehiculase la palabra, celebramos el estar juntas y tras la entrevista ante la injusticia de los pasaportes de control social improvisamos una comida donde se multiplicaron los panes y los peces y la palabra brotó de los corazones. Hoy más que nunca hay que rebelarse ante la injusticia, como decía Vladimir Soloviev “Frente a la contaminación de la atmósfera moral por medio de una mentira sistemática, la conciencia social tiene el deber de exigir en alta voz que el mal sea llamado por su verdadero nombre” y combatirlo con la medicina adecuada, en nuestro caso el amor y sus abrazos.
Intentamos dejar que el espíritu de la prudencia y la astucia que recomendó Jesús en el país de los lobos dirigiese la entrevista para no ser censurada por los nuevos torquemadas algorítmicos. Hay muchos canales donde se está hablando de los hechos sin censuras, muchos vídeos, pero necesitamos más reflexiones que ahonden en la dimensión espiritual de esta prueba (12), sobre los principios que se han vulnerado en esta pandemia que parece orquestada por el mismísimo demonio, como algunos Padres de Athos aseveran, y los errores de tiro que como sociedad cometemos al permitirlo, por ignorancia, por falta de discernimiento, por tibieza, y por cobardía etc…
Errores de tiro que surgen de una cosmovisión errónea, como decía Santo Tomás “un error sobre la naturaleza total de la creación siempre se reflejará en una errónea noción de Dios”. La noción totalitaria del reduccionismo científico reduce esa naturaleza a su aspecto material, así que ¿cómo no va a haber muerto Dios para la mayoría de los seres humanos y ande el mundo sin medir las consecuencias de sus actos, creyéndose libre para hacer todo lo que se puede hacer sin ninguna consideración ética?
Para Ariadna Tv nuestras vidas son inexplicables sin la hipótesis Dios y por eso hemos hecho hincapié en esta entrevista, no ya en lo que todos conocemos del fracaso del paradigma médico tecnocrático aliado con el control social y la reducción de libertades sino poner en valor la salud integral (física, psíquica, espiritual) social e individual, que es de la que puede manar la verdadera libertad, pues la libertad se conquista después de una ardua batalla interior con la ignorancia del alma y compromete al ser humano en su totalidad. Y como esto va de pérdida de libertades justificadas por un gran engaño, propio del que llaman el “padre de las mentiras” hemos querido defender, una vez más, la supremacía de la dimensión espiritual que como decía Titus Brtckardt: “la «realidad» no consiste en meras «cosas», sino que representa un orden de inconcebible sutileza y multiplicidad de niveles”.
Esa dimensión espiritual es la vocación de este canal y como nos dice Teresa nos puede llevar, en tiempos donde la salud del cuerpo se ha convertido en un fetiche de la felicidad hedonista, a reducir nuestra esperanza de vida por ese sufrir con el que sufre, ese sufrir con amor que dice ella. La eudamonía exige ser quienes somos para alcanzar la verdadera plenitud, que no felicidad. “La vida que Dios nos ofrece y para la que Dios nos ha creado es la vida feliz que encuentra su plenitud en el amor compartido, intentar vivirla, ponerla en práctica, en el mundo tal como está, sin lugar a dudas nos hará sufrir y nos pondrá a prueba la salud e incluso – si somos lo suficientemente coherentes – puede que nos reduzca la esperanza de vida (como le ocurrió a Jesús).”
En la entrevista pudimos tocar brevemente la ausencia del enfoque salutogénico y de autoresponsabilidad que tan brillantemente trató Ivan Ilich en la Némesis médica (13). Nos faltó tiempo para hablar del vínculo de la salud humana con la ambiental, tesis de mi proyecto ecología del alma y apenas rozamos, al final de la entrevista, la inmensa oportunidad que se nos abre ante el evidente fracaso de la medicalización de la vida para regenerar hábitos saludables y para abrirnos a las medicinas tradicionales y holísticas que han demostrado su capacidad de prevenir o curar esta extraña enfermedad y tantas otras a lo largo de los siglos, respetando la máxima hipocrática de no dañar mientras se cura, incluida la locura que nace cuando desconectamos de nuestro centro que es nuestro propio corazón.
No olvidemos que en toda crisis existe la oportunidad o bien de poner fin con la muerte a una corrupción generalizada, ya sea en el propio cuerpo o en el cuerpo social o hacer un giro de 180 grados, una metanoia que genere una conversión de la mirada y que cambie este paradigma de una técnica sin conciencia, donde todo es cálculo, eficiencia, explotación de la naturaleza que surge de una metafísica, de un modo de ver reduccionista a una mirada que recupere las cosmovisiones que sabían de la conexión orgánica entre ser humano y naturaleza, entre lo divino y lo terreno, y alimentaban un sentido de pertenencia a un todo mayor. Quizá esta crisis es tiempo de adviento, de apertura a Dios, al supremo amante de la vida, que sustenta a cada ser y al universo. Quizá es la única esperanza para combatir al Goliat tecnocrático. Parafraseando a Heidegger: “Hoy solo Dios podrá salvarnos”.
Frente a una sociedad que parece haber firmado un contrato de indiferencia absoluta con el prójimo y que pone la seguridad y la salud como primer objetivo de su vida nosotros tiramos de un nuevo hilo de Ariadna para poner en el centro de la ecuación humana, el amor y la caridad que empieza por nuestro propio minotauro y continua por todos los que hoy sufren persecución, presión, confusión y ponemos también la esperanza que surge del que confía en el Misterio que nos constituye y que, en cualquier instante inesperado, puede hacer su irrupción en este escenario distópico, que va incrementando su sufrimiento por días, sanando y salvando lo que es eterno en cada uno de nosotros y haciendo justica, aunque ahora nos parezca como a Job que “Uno [el injusto] muere en la plenitud de su vigor, del todo próspero y en paz; sus vasijas están llenas de leche y sus huesos rellenos de tuétano. Otro, en cambio, [el justo] muere con el ánimo amargado, sin haber comido jamás con gusto (Job 21,23-25)”.
Pero como nos recuerda Teresa en su artículo teología y salud (14): “Y, sin embargo, tras constatar la dureza y la realidad de la injusticia y la aparente disociación entre salud moral y salud física, el salmista tiene aún algo que decirnos referente a los que obran el mal: ¡Cómo han sido asolados de repente! ¡Perecieron, se consumieron de terrores! (Ps 73,19). Job también se ha dado cuenta de que la aparente victoria y la buena salud de los injustos es efímera: ¡Cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada y viene sobre ellos su quebranto, y Dios en su ira les reparte dolores! (Job 21,17). En nuestros días, constatamos que el índice de suicidios y el consumo de somníferos, estimulantes y antidepresivos no dejan de aumentar entre las clases más privilegiadas.” No solo hay justicia escatológica en el más allá sino que, en este plano, el que obra el mal obtiene las consecuencias de sus actos y se puede rastrear en su terror a perder su tesoro que codicia por encima de su corazón humano caído en las cavernas profundas de los avernos interiores.
“¡Dichosos vosotros los pobres!” “¡Ay de vosotros, los ricos¡’. La humanidad elige a cada instante su destino presente y póstumo, lo sepa o no lo sepa, su bendición y su maldición. El rico Epulón va al infierno donde quemará en el fuego todo su egoísmo y su falta de caridad, soberbia y enaltecimiento y no podrá beneficiarse del agua que el pobre Lázaro que va al paraíso y al que humilló en vida intenta darle con su bondad para saciar su sed. Pues el pobre, la víctima de toda maldad, sea hambre, peste, guerra es siempre bienaventurado cuando tiene el amor cómo el tesoro más preciado, como la ley más importante y es capaz del más alto amor, que es amar sin condición, incluso al enemigo, que no sabe lo que hace. Porque el justo, que es siempre pobre en espíritu intenta ser a imagen y semejanza de Dios que ama a buenos y malos, aunque a cada uno le de lo que haya elegido en esta efímera vida, con consecuencias para la otra, pues como dicen en el Corán, Dios guía a quien quiere ser guiado.
Oremos, pues, por los que diseminan el mal que corrompe la tierra, los que escuchan al que divide, pues el misterio del amor incluye en su secreto el perdón como una medicina poderosa que impide que su odio se extienda sobre nuestro corazón y demuestra, como dice Teresa, la fecundidad y la eficacia sanadora de la bondad, que es lo único que pude combatir el mal.
Si quieres saber cuándo la emitiremos te invito a suscribirte a nuestro canal AriadnaTV. Gracias y bendiciones para todos.
Beatriz Calvo Villoria. Directora de Ariadna TV
1. Queremos agradecer desde estas líneas, a Q Centro de Experimentación, Salud Viva, la Productora la Rural, Ecocentro, la Placeta y a todos los micromecenas que nos apoyan con 1 € al mes en la plataforma Teaming.
2. ¿Ha muerto la libertad? Control mental…
3. Estudio de la pandemia. Análisis científico independiente. Dr. Sergio J. Pérez oliveiro./ Estudio vacunas Covid. Biológos por la verdad./ Vacunas contra CoVid, Dra. Karina Acevedo
4. Manifiesto por una salida razonable de la Covid
5. Los crímenes de las compañías farmacéuticas. Teresa Forcades. Trilogía del coronavirus. Máximo Sandín. Ed. Cauac
6. El gran Reset
7. Colapso. La segunda caída del alma. Beatriz Calvo Villoria
8. La Vanguardia. Pandemia de desconfianza. La Vanguardia. Campaña contra gripe A.
9. Cosmología y ciencia moderna. Titus Burkhardt
10. Pandemia y posverdad. Jordi Pigem. Fragmenta editorial
11. Transhumanismo, Gran reseteo y Gobernanza global. Albert Cortina. ¿Qué es el metaverso?. Miklos Lukacs
12. La visión espiritual de la prueba. Beatriz Calvo Villoria
13. Némesis médica. Ivan Ilich
14. Teología y salud. Teresa Forcades