Qi Gong: la gimnasia de la felicidad
18 diciembre, 2015Cada vez son más los estudios científicos que avalan lo
que el sentido común viene diciendo desde hace años:
que la contaminación química, presente en nuestros
alimentos a causa de la agricultura industrializada;
en nuestras casas y edificios a causa de la batería
de elemento tóxicos con los que se construye en las
sociedades modernas, es una de las causas principales
de muchas de las enfermedades actuales. Hemos
generado tal cantidad de residuos tóxicos que no son
biodegradables, que el “hermano aire”, la “hermana agua” y la “madre tierra” están profundamente contaminados. A esa contaminación hay que sumar la electromagnética (hemos tejido alrededor del planeta y de nuestras vidas una red de ondas altamente nocivas), la contaminación lumínica, la acústica, pero quizás la más peligrosa de todas es la contaminación mental que sufrimos desde hace decenios y que nos hace olvidar quienes somos y que nos avoca a una pasividad alienante sin aparente salida, que es además fomentada con astucia por los medios de comunicación de masas. Descargar para seguir leyendo